La férula de descarga es ampliamente reconocida por su eficacia en casos de bruxismo, que ocurre cuando los dientes se rechinan o aprietan involuntariamente,
tanto durante la noche como durante el día.
Para usar una férula dental tendrás que ponerla en la arcada dental correspondiente (ya sea superior o inferior, según el modelo), y así evitarás el contacto directo entre los dientes.
El uso de una férula dental evita que se produzca un desgaste en los dientes cuando estos se friccionan unos contra otros y ayuda a prevenir los problemas comunes asociados al bruxismo.
Otra de las grandes ventajas de la férula dental es su capacidad para relajar significativamente la musculatura facial y la mandíbula.
La mayoría de las férulas moldeables deben ser personalizadas a medida. Este moldeado puede realizarse cómodamente en casa siguiendo unas sencillas instrucciones utilizando el método de termoformado (usando agua caliente).
Hoy en día, existen incluso modelos de férulas dentales que no requieren moldearse en agua caliente, ya que se adaptan a la boca utilizando la temperatura corporal. Esto es posible gracias al innovador diseño y a la calidad de los materiales empleados en el proceso de fabricación.
Colocar y retirar la férula son procesos simples y rápidos, cada modelo viene acompañado de detalladas instrucciones de uso para garantizar su correcta manipulación.
Después de utilizarla, es importante mantener la férula limpia para asegurar su eficacia y prolongar su vida útil. Para ello, se recomienda lavarla meticulosamente con pasta de dientes y un cepillo para férulas dentales o uno común.
Además, de forma periódica, se puede realizar una limpieza más profunda utilizando una tableta de limpieza específica. Esta limpieza diaria es fundamental para mantener la higiene bucal y tener la férula fresca y lista para su próximo uso.